...esperando que el avivamiento de 1909 deje de ser sólo un recuerdo, y ¡¡sea una realidad hoy!!

jueves, 17 de enero de 2008

HACIA LA PLENA REFORMA A LA IGLESIA EVANGELICA PENTECOSTAL

Una adecuada reforma a la Iglesia implica establecer un orden jurídico que minimice los riesgos de corrupción. Sabemos, que ningún sistema puede garantizar que algún hecho de corrupción no pueda ocurrir. Todo se puede vulnerar, todo se puede torcer, todo se puede burlar, esto debido a que al final todo va a descansar en las personas mismas, sus escalas de valores, sus formaciones morales, y en el caso como el nuestro estamos hablando de personas que en teoría son una nueva criatura, aunque en la práctica no siempre suela ser así. Siempre todo terminará en la confianza en las personas, en la calidad moral de los que tienen responsabilidades en la organización.

En la línea de minimizar los riesgos de corrupción es que la Iglesia Evangélica Pentecostal debe establecer como primera medida, un adecuada organización jurídica refrendada en adecuados estatutos, que impidan que el ejercicio del poder quede en una sola persona o un unas pocas personas. Lo que a la larga genera una especie de "invitación a la corrupción".
Los antiguos estatutos de la Iglesia, dejaban todo el poder de la Iglesia en la Conferencia Anual de pastores, y todas las iglesias, absolutamente todas participaban de las conferencias, las iglesias locales lo hacían representadas por una persona denominada Delegado, quien representaba a la Iglesia Local en la Conferencia Anual de Pastores, y participaba de la reunión de la antigua Corporación de Derecho Privado.

El sistema antiguo de gobierno de la IEP estaba regulado por los también antiguos estatutos, que la práctica demostró que funcionaban bien. Nunca hubo grandes complicaciones mientras estuvieron vigentes los antiguos estatutos. En este antiguo sistema existía el cargo de Presidente de la Corporación, que era elegido en la Conferencia Anual por el Cuerpo de pastores y delegados, por mayoría y cuya duración era de un año hasta la conferencia siguiente.

Con la aprobación de la nueva Ley de Culto por el Honorable Congreso Nacional, la iglesia tuvo la posibilidad de dejar de ser una corporación de derecho privado para pasar a ser de derecho público. No se a ciencia cierta si la ley de culto obligó a la iglesia a reformar los estatutos, pero que estos fueron reformados es un hecho cierto y consumado. Los nuevos estatutos tuvieron muchos cambios que a la larga generaron un riesgo muy grande de corrupción. Los principales cambios que tuvieron:

1.- Elimina la figura de miembro de la IEP. Este grado lo tienen solo los pastores y encargados de obra.

2.- Elimina el cargo de Presidente de la Corporación. Cargo de elección Directa.

3.- Elimina el Cargo de Delegado de la Iglesia Local en la Conferencia Anual.

4.- El Directorio que era elegido por mayoría absoluta de pastores y delegados, pasó a ser Designado a dedo por el Superintendente de la Iglesia.

5.- Crea el Cargo de Director Ejecutivo de la Corporación, que ahora es designado por el Superintendente.

6.- Ante una vacancia en la Superintendencia la elección la hace el Superintendente de Turno, por medio de testamento cerrado. Si muere sin hacer el testamento, la elección es por mayoría de presbíteros.

Es urgente volver al espíritu de los estatutos antiguos, y crear instancias de disciplina adecuadas, que reflejen las distintas sensibilidades de la iglesia, y que tengan el suficiente poder, autonomía y legitimidad, que dan los estatutos. Como asimismo crear instancias de control interno eclesiástico que actuen proactivamente, que se adelanten a los posibles hechos de corrupción antes de que estos ocurran.

martes, 15 de enero de 2008

Señales del Tiempo del Fin

El Apóstol Pablo en la Segunda Carta a Timoteo, le dice a este joven ministro de Dios que vendrán tiempos peligrosos, en que habrá hombres amadores de si mismos, que no se sufrirá la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.

Estamos en esos tiempos peligrosos, en donde veremos muchas cosas negativas, veremos a personas hacer lo que jamás imaginábamos que podrían hacer. Veremos hombres considerados grandes, salirse de esa calidad, incurriendo como dice la escritura en “hechos vergonzosos”, y los que somos observadores de estos hechos sentiremos una tentación muy grande por hacer lo mismo, o en su defecto, sentiremos una decepción muy grande hacia el evangelio y hacia nuestro Dios.

¿Tiene la culpa el evangelio, respecto a que hayan hombres amadores de si mismo, que tienen apariencia de piedad, pero niegan la eficacia de ella?.

Absolutamente no. El evangelio seguirá siendo santo. No obstante, los que practican el evangelio podrían en algún momento dejar de ser santos.

¿Tiene la culpa Dios, por permitir que hechos reñidos con su sagrada Palabra ocurran en estos tiempos, y por personas que profesan ser piadosos?

Dios nunca tendrá la culpa por errores humanos. Es el hombre el que se envanece, se descuida de su salvación, dándole más importancia a lo accesorio en desmedro de lo importante, que es llegar a los cielos.

Además que por su palabra Dios, nos ha predicho con tanta antelación que estas cosas ocurrirían.

En un escenario en que personas de mucha altura espiritual y jerárquica cometen errores, se genera una esfera propicia para que los miembros de las iglesias argumenten estar escandalizados para apartarse del Dios vivo.

¿Pero nos salvará ante el trono de Dios una argumentación de ese tipo?.

Se puede caer el cielo, la tierra, y muchas personas grandes de esta vida, pero eso no nos da ninguna ventaja ante el trono de Dios. En ocasiones tan dramáticas como las que estamos viviendo, jamás podemos apartar la vista de aquel que nos llamó, cada día nuestra mirada debe estar más compenetrada con el blanco de la soberana vocación. En la medida que mantengamos nuestra vista fija en el horizonte del Dios todopoderoso, nunca nos vamos a escandalizar, nunca nos vamos a turbar, nunca nos vamos a enfermar. Porque si “fueren destruidos los fundamentos”, “Jehová está en su Santo Templo”, aunque todo quede en el suelo, Jehová está en su Santo Templo.
En tiempos del gran profeta Elías, nadie hablaba de Dios, habían derribado los altares de Jehová, era oscuridad total sobre la tierra, la apostasía se había apoderado de Israel, y la idolatría se había enquistado en aquella nación. En ese escenario de oscuridad total, un hombre aparece en el Antiguo Testamento para decir: ¡Vive Jehová!. ¡Vive Jehová!. ¡Vive Jehová!.

Hoy también hermanos, ¡Vive Jehová!. Está en su Santo Templo.

¿Dónde están los Elías de Dios para sacar a la iglesia de esta crisis?.
Dios lo sabe, que el Dios todopoderoso, levante a los Elías de El, para sacar a la Iglesia Evangélica Pentecostal de la apostasía en que se encuentra.

lunes, 14 de enero de 2008

Oportunidad en la crisis.

En las grandes crisis, es necesario leer bien, las razones de fondo de éstas. Cuáles son los comienzos, cuál fue el primer antecedente de esa crisis; no comienza de la noche a la mañana, sino que es la sumatoria de una serie de acontecimientos en el tiempo que se van concatenando, y que en algún momento explotan, y tienen consecuencias insospechadas en la vida de las personas y organizaciones.

Una crisis supone oportunidades. Por tal motivo, pienso que el momento que estamos viviendo como Iglesia Evangélica Pentecostal, nos abre una gran oportunidad, de repensar la Iglesia en la que estamos. Y con mucha humildad, hacer planteamientos en orden a hacer una reingeniería de la organización en que participamos. Sabiendo que estamos en una iglesia de Dios, que está en busca de la perfección, y que no es perfecta, pero que puede mejorar. Y ese debe ser nuestro aporte.

¿Cómo a partir de una crisis, que nos da una oportunidad gigante de hacer cambios en la dirección correcta, podemos hacer esos cambios?.

La Biblia dice que en la multitud de consejeros está la sabiduría. Tal vez si todos humildemente nos inclinamos ante nuestro Dios, El nos revele cómo podemos mejorar en todos los ámbitos como organización espiritual. Cómo ser mejores en el ministerio espiritual, y cómo ser mejores también en la administración de los recursos materiales que también son parte de la Iglesia de Dios.

Los apóstoles de la iglesia primitiva, en algún momento, se dieron cuenta que ellos habían sido llamados a predicar la Palabra de Dios, entendieron que su ministerio era espiritual, y encargaron la atención de las mesas también a hombres de Dios, que se les eligió para esa función específica. De esa manera los apóstoles se dedicaron al servicio a Dios, que es la comisión principal, de “Id por el mundo y predicad el evangelio a toda criatura y el que creyere y fuere bautizado este será salvo, más el que no creyere será condenado”.

El motivo de este artículo no es hacer planteamientos específicos en cuanto a qué cambios se deben implementar en la organización en que estamos, sino, hacer una invitación a generar cambios, es una oportunidad histórica, se nos ha abierto una coyuntura única y que no debemos desaprovechar.

Gabriel García Márquez.

miércoles, 9 de enero de 2008

La moda del barro.

No quisiera ser majadero, pero es evidente que en estos momentos toda la Iglesia Evangélica Pentecostal está en un enfrentamiento interno atroz de ideas, donde las plumas vuelan, y las palabras ligeras llegan a los bordes de la grosería, y la moda es atreverse a decir con toda la libertad posible toda la rabia que se tiene acumulada, actitud por lo demás muy propia del destape cultural que está viviendo nuestro país.

Durante 100 años hemos vivido dirigidos como autómatas obedeciendo lo que las autoridades decían, y hoy, nos queremos sacar el poncho de encima porque nos pesa demasiado. Y que mejor que hacerlo deshinibidamente, atreviéndonos a tratar a pastores y hermanos como si todos fueran los peores ladrones de la tierra... típica actitud del chileno "no pensante" que quiere resolverlo todo a golpes.

¿Qué va a pasar, el día que se acabe la corrupción en la IEP, con todos aquellos que atropelladoramente han lanzado todo tipo de improperios a diestra y a siniestra? ¿a qué blanco se van a dirigir para descargar su reprimida libertad de opinión?

Hermanos, los chilenos somos quizás el único país del mundo que ha demostrado absorver todo sin filtrar nada, y como resultado tenemos una cultura light, hueca y vacía. Y en estos momentos, los comentarios emitidos por hermanos de nuestra iglesia en distintos medios de difusión en internet, están demostrando que en los 10, 20 o 50 años que llevan en el evangelio no han aprendido nada del amor, de la templanza y del dominio propio.

Es tiempo de mirar hacia atrás y ver qué hemos logrado como hermanos en Cristo. Aquellos que más despotrican contra todo el mundo, son quienes menos han comprendido la importancia de mirar a Cristo, y no a los hombres.

Digamos las cosas como son: la administración de la IEP está viciada. Los mecanismos de autocontrol que deberían regular las gestiones de las autoridades (Cuerpo de Presbíteros, Comisión de Disciplina y otros) han sido burlados reiteradamente, y la autoridad ha sido restringida a unas pocas personas. Estamos ante una situación crítica e insostenible. En eso creo que una gran mayoría estamos de acuerdo.

Sin embargo, todo lo anterior ¿nos autoriza a tratar a los que otrora fueron grandes siervos de Dios como vil ladrones? Está bien que debemos decir la verdad, está bien que debemos denunciar los hechos ilícitos. Pero en todo orden de cosas hay formas y formas de decir lo que pensamos.

Si hasta hace dos meses atrás nadie dijo nada, excepto dos o tres en todo el país, no vengamos ahora a criticar a los presbíteros de no haber hecho nada. Nosotros somos los primeros responsables por haber callado todo este tiempo. Y en vez de desgastar nuestros esfuerzos apuntando a otros, mejor dediquémonos a decidir qué es lo que nosotros debemos hacer para que esto no vuelva a ocurrir nunca más. ¿Acaso los futuros pastores y superintendentes de la IEP no están entre nosotros? ¿No será que tú, lector, que estás leyendo puedes ser el futuro superintendente de la iglesia? ¿y qué harás cuando llegue ese momento? ¿construirás tu ministerio sobre los defectos de los demás, o sobre las fortalezas tuyas?

Hermanos ¡¡NOSOTROS SOMOS LA IEP!!, no los presbíteros, ni el Superintendente. Nosotros somos la esposa de Cristo, y nosotros tenemos el deber de edificarnos y crecer. Y hoy tenemos el deber de reconstruir nuestra IEP. No mirar a los otros como lo hacen, ya que hasta ahora lo han hecho mal. Así que una vez más, y ya que está de moda el barro: ¿qué tal si en vez de tirarnos el barro a la cara lo usamos para construir murallas?.

Este espacio no es para contar maravillas de la IEP, ni para mostrar la cara bonita, como equivocadamente me escribió un hermano en un comentario. Es para decir la verdad, y construir un futuro mejor. Y ese futuro parte por nosotros. Entiéndanlo de una vez... ya pasó el momento de las críticas, ahora es el momento del análisis. Hoy es el momento de pensar, cosa que a la mayoría no le gusta hacer, porque es más fácil decir necedades a través de los comentarios de un blog, además de que tiene mejor rating.

Aquí y en este espacio, desafío a todos aquellos que les gusta el chisme y la crítica a que sean capaces de hacerme llegar una propuesta concreta de cómo se debería conducir la IEP para tener una administración equilibrada, sana, transparente y espiritualmente edificante. ¿Cómo saben que a lo mejor la solución está en sus manos?

El Cristiano Primitivo

sábado, 5 de enero de 2008

Reconstruyendo la IEP

Muy bien, ¿que les parece si dejamos de tirarnos barro mutuamente y mirarnos a las caras con odiosidades propias de bandos políticos enemigos, y mejor volvemos nuestra vista hacia el cielo y miramos a nuestro todopoderoso Dios, en quien están todas las cosas desde el principio de los tiempos? Me parece que en estos momentos es lo mejor que podemos hacer.

¿Por qué no olvidar las diferencias de nuestros puntos de vista, siendo que tenemos tanto en común? ¿Por qué no centrar nuestros esfuerzos y reunir nuestras ideas para hacer un análisis interno y saber cómo es que hemos llegado al punto donde estamos? ¿Acaso no somos todos hijos del mismo Dios, hemos sido comprados por la misma sangre preciosa de nuestro Salvador Jesucristo, y hemos creído en el bautismo y manifestación de su Santo Espíritu en nuestras vidas? Si todos creemos eso, pues entonces pongamos manos a la obra y comencemos a “reconstruir nuestra IEP”, con amor y con gracia divina, y volvamos a ser la hermosa comunidad de hermanos que se reunió en 1909 alrededor del fuego del Espíritu Santo. Volvamos a ser la hermosa comunidad de cristianos que fueron los primeros hombres de la iglesia primitiva, donde todo se compartía: los bienes, las alegrías, las penas y las bendiciones de Dios.

Este blog ha sido creado para dar un espacio a la meditación. No pretende convertirse en el basurero de nadie, ni en el espacio de mayor rating, ni en la fuente de rumores e intrigas que han socavado la confianza de los miembros de la Iglesia Evangélica Pentecostal entre sí y hacia los siervos de Dios. Este será un espacio abierto al diálogo, al aporte de ideas y al análisis. Todos pueden participar en él, siempre y cuando se haga con respeto y pretendiendo siempre lograr un bien común. Por lo mismo, sólo se publicarán los comentarios que edifiquen, hagan pensar y ayuden a re-encontrarnos con lo que somos o con lo que deberíamos ser. Y más aún, las entradas que se publiquen no serán siempre redactadas por el editor; todos quienes deseen, pueden escribir un breve artículo, el cual será analizado y si se ajusta a las pretensiones de esta página será publicado como entrada.

Adelante, dejemos que la alegría de algunos, o la rabia y la impotencia de otros que tengamos dentro por los últimos acontecimientos de los que hemos sido testigos, el Espíritu apacible de Dios los canalice hacia un fin más noble. Esta página es de todos.

Para comenzar, y dado que los ánimos así lo ameritan, pensemos: a la luz de la Palabra de Dios, y tratando de retomar los orígenes de la organización administrativa de nuestra Iglesia ¿cómo debería ser hoy dirigida y administrada la Iglesia Evangélica Pentecostal?

El Cristiano Primitivo.