...esperando que el avivamiento de 1909 deje de ser sólo un recuerdo, y ¡¡sea una realidad hoy!!

martes, 15 de enero de 2008

Señales del Tiempo del Fin

El Apóstol Pablo en la Segunda Carta a Timoteo, le dice a este joven ministro de Dios que vendrán tiempos peligrosos, en que habrá hombres amadores de si mismos, que no se sufrirá la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.

Estamos en esos tiempos peligrosos, en donde veremos muchas cosas negativas, veremos a personas hacer lo que jamás imaginábamos que podrían hacer. Veremos hombres considerados grandes, salirse de esa calidad, incurriendo como dice la escritura en “hechos vergonzosos”, y los que somos observadores de estos hechos sentiremos una tentación muy grande por hacer lo mismo, o en su defecto, sentiremos una decepción muy grande hacia el evangelio y hacia nuestro Dios.

¿Tiene la culpa el evangelio, respecto a que hayan hombres amadores de si mismo, que tienen apariencia de piedad, pero niegan la eficacia de ella?.

Absolutamente no. El evangelio seguirá siendo santo. No obstante, los que practican el evangelio podrían en algún momento dejar de ser santos.

¿Tiene la culpa Dios, por permitir que hechos reñidos con su sagrada Palabra ocurran en estos tiempos, y por personas que profesan ser piadosos?

Dios nunca tendrá la culpa por errores humanos. Es el hombre el que se envanece, se descuida de su salvación, dándole más importancia a lo accesorio en desmedro de lo importante, que es llegar a los cielos.

Además que por su palabra Dios, nos ha predicho con tanta antelación que estas cosas ocurrirían.

En un escenario en que personas de mucha altura espiritual y jerárquica cometen errores, se genera una esfera propicia para que los miembros de las iglesias argumenten estar escandalizados para apartarse del Dios vivo.

¿Pero nos salvará ante el trono de Dios una argumentación de ese tipo?.

Se puede caer el cielo, la tierra, y muchas personas grandes de esta vida, pero eso no nos da ninguna ventaja ante el trono de Dios. En ocasiones tan dramáticas como las que estamos viviendo, jamás podemos apartar la vista de aquel que nos llamó, cada día nuestra mirada debe estar más compenetrada con el blanco de la soberana vocación. En la medida que mantengamos nuestra vista fija en el horizonte del Dios todopoderoso, nunca nos vamos a escandalizar, nunca nos vamos a turbar, nunca nos vamos a enfermar. Porque si “fueren destruidos los fundamentos”, “Jehová está en su Santo Templo”, aunque todo quede en el suelo, Jehová está en su Santo Templo.
En tiempos del gran profeta Elías, nadie hablaba de Dios, habían derribado los altares de Jehová, era oscuridad total sobre la tierra, la apostasía se había apoderado de Israel, y la idolatría se había enquistado en aquella nación. En ese escenario de oscuridad total, un hombre aparece en el Antiguo Testamento para decir: ¡Vive Jehová!. ¡Vive Jehová!. ¡Vive Jehová!.

Hoy también hermanos, ¡Vive Jehová!. Está en su Santo Templo.

¿Dónde están los Elías de Dios para sacar a la iglesia de esta crisis?.
Dios lo sabe, que el Dios todopoderoso, levante a los Elías de El, para sacar a la Iglesia Evangélica Pentecostal de la apostasía en que se encuentra.